(Para la mujer que durante meses me guardó de la bruma y de la televisión)
Por tu barrio favorito se ve el atardecer
Hoy muy cerca y muy sangriento
Encomendándome
a los últimos árboles en pie
en una hora qué me ha de alcanzar
en una hora el gavilán va de cordillera a mar
la flor se abre paso entre el pastizal
el sol se anuncia por el Este tras el volcán
¿en una hora se podrían los astros acomodar?
para hallarte reluciente espabilada
cuando llegue a casa
Oye, brisa, ¿me has de escuchar?