domingo, 8 de abril de 2018

Lectura oriental

Éramos jóvenes y hambrientas
lo queríamos abarcar todo en un solo día
y ellos, quienes aún se encargan de mantener la ciudad
nos miraban como dos pajaritas de puerto
fijas sobre el mástil de un barco sin timón

Ellos esperaban que yo aprendiese su lenguaje
que los acompañase al banco
que consiguiese un trabajo como el de mis hermanos
y que terminase mi curso de conducción

pero me establecí en la carretera
dejé de mirarme los pies cada mañana
y de correr detrás de las micros

Ellos me enseñaron a escupir sobre el pasado
porque las evocaciones no producen
no me dan dinero para alquilar una casa
por eso, pajarita de la atemporalidad
nos burlamos de los demás
jugando con los verbos
y les comentamos que
durante muchos meses
vivimos fijas sobre el mástil de un barco sin timón.