lunes, 12 de febrero de 2018

Evangelio según santa Pisano

Ustedes, hermanas
me salvaron. 

viernes, 2 de febrero de 2018

La literatura del futuro

Soy una especie de Sensini;
escribo cuentos 
con la misma rapidez 
que relleno formularios
de concursos literarios

y que no me digan los colegas
que no me cuido las espaldas
porque hasta en el banco
en el Registro Civil 
y en los almacenes
firmo con seudónimo

usted no se arriesga
me dijo la profesora del taller de literatura
lo único estable son mis raíces
todo lo demás es inadvertible
¿sabe?, aunque no lo parezca
soy una mujer muy insegura;
suelo releer mis escritos de madrugada
con unos tres vasos de vodka en el cuerpo
sólo de esa forma los logro entender de nuevo

¿y quiere saber algo más?
son cerca de las cuatro a.m.
y no sé qué hacer con este poema
afuera suceden cosas que me impacientan
pero estoy aquí
en la comodidad de una casa 
que se encuentra alejada de Concepción
del ruido, de la maldad, del dolor
estoy aquí, ¿entiende?
escribiendo arriba de la mierda urbana

recuerdo que en una clase usted señaló
que mis relatos parecían pancartas poetizadas
y yo pensé que aquello era lo peor
que se le podía decir a una escritora local
por eso comencé a suavizarme y endulzarme
así nos quieren, ¿verdad?;
silenciadas y complacientes 

profesora, le diría muchas cosas a esta hora;
mis primos duermen borrachos sobre los pastizales del campo
mi hermana discute por celular con un tal "Jota"
el gato de los vecinos insiste en entrar por la ventana trasera
los guarenes interpretan piezas musicales en el desván
y yo aún no me decido:
¿lo envío o lo mando hacia la papelera de reciclaje?
de todas formas, estimada profesora
necesito apresurar la despedida
porque este poema debe acabar
donde comienza el mundo que no sabe de seudónimos.